Muchas personas alrededor del mundo han recurrido a la astrología, el estudio de las correlaciones entre los patrones celestes y los tiempos temporales, para dar sentido a los tiempos tumultuosos. A pesar de que algunas personas culpan a los astrólogos por no predecir el COVID-19, los servicios astrológicos siguen teniendo una gran demanda. Desde una tirada de tarot privada hasta pronósticos del horóscopo a través de múltiples medios, la gente está ansiosa por saber cuándo terminará la pandemia y cómo afectara sus vidas a largo plazo.

Pero la astrología occidental es más que el uso de técnicas oraculares para responder a las necesidades inmediatas y personales. Para los astrólogos y videntes modernos, la pandemia y sus implicaciones son expresiones de motivos cósmicos recurrentes, cada interacción trae pruebas y transiciones que debemos soportar, lecciones existenciales que necesitamos aprender.

Aunque pocos astrólogos profesionales predijeron específicamente que el coronavirus paralizaría el mundo en 2020 y que los sistemas globales estarían al borde del colapso, no les sorprendió el momento ni mucho menos la gravedad de la pandemia. El año 2020 ha sido un tema de mucha especulación en la comunidad astrológica mucho antes de que la palabra coronavirus estuviera en nuestro vocabulario de uso diario.

La razón, fue una serie inusualmente intensa de tránsitos planetarios. Esto comenzó en enero con una rara “conjunción” ente Plutón, símbolo de la muerte, el poder y el cambio (todavía un planeta en términos astrológicos), y Saturno, el planeta de las estructuras, autoridades y fronteras. El año terminará en diciembre con un encuentro similar entre Saturno y Júpiter. Los astrólogos han leído estos y otros desarrollos celestiales como indicadores simbólicos de trauma y transformación, un periodo de ajuste de cuentas terrenal perfectamente sincronizado con los ritmos del cosmos. ¿Karma? Posiblemente.

Pese a que algunas personas acusan a la astrología de ser una pseudociencia que se basa en ignorancia y engaño, a medida que la astrología ha ganado popularidad en los últimos años, con la ayuda de las redes sociales y digitales, incluidos los canales de YouTube, los podcasts, las escuelas en línea, los programas informáticos y los innumerables memes de Instagram, los estilos interpretativos se han diversificado y algunos de los aspectos más técnicos y elaborados del campo han aumentado en visibilidad.

¿Cuáles son las áreas de conocimiento esotérico?

Las áreas de conocimiento especializado y esotérico son más accesibles que nunca e influyen y amplifican las percepciones sociales de hasta los más escépticos, así como las concepciones populares del cosmos, la espiritualidad y el yo.

Una de estas áreas es la “astrología mundana”, técnicas y principios específicos para el estudio de los ciclos históricos mundiales. Sus aplicaciones están orientadas al futuro, pero al igual que otras formas de conocimiento anticipatorio, se ocupa de marcos temporales más amplios.

Para predecir o especular sobre el futuro, los astrólogos mundanos a menudo buscan maximizar su conocimiento del pasado. Se involucran en una especie de trabajo interpretativo que se basa en la experiencia con respecto a medidas y símbolos astronómicos. Este trabajo se basa también en establecer comparaciones entre eventos históricos del pasado reciente y lejano, en la medida en que involucran las mismas firmas planetarias y se considera que ejemplifican temas similares.

En el periodo previo a la reciente conjunción Saturno-Plutón, los astrólogos recordaron los principales eventos que comenzaron con su última conjunción a principios de la década de 1980, donde la recesión económica, el alto desempleo y las tensiones de la Guerra Fría estaban en aumento en el Oriente Medio.

El ciclo de casi cuatro décadas incluyo una oposición entre dos planetas, que se asoció con los ataques del 11 de septiembre y la guerra contra el terrorismo liderada por Estados Unidos. Como la conjunción de enero marcó la culminación de este ciclo y el comienzo de uno nuevo, los astrólogos indicaron que cualquier cosa que suceda en el 2020 se hará eco de los temas arquetípicos de todos estos eventos, aunque sea sutil o indirectamente.

Los astrólogos también estudiaron ciclos anteriores de Saturno-Plutón, como los asociados con la Primera Guerra Mundial, el surgimiento del nazismo y la peste bubónica. Algunos han prestado especial atención a la conjunción de 1518, la última vez que Saturno y Plutón se encontraron en Capricornio, que coincidió con el inicio de la Reforma Protestante, la trata de esclavos y la plaga danzante de Estrasburgo.

Los amplios hilos que unen estas y otras épocas históricas son paradigmáticos. Algunos astrólogos los contextualizan como “ciclos de crisis y contracción”, periodos de presiones sociales extremas y luchas de poder, imperios en ascenso y caída, desastres naturales y experiencias colectivas intensificadas de disrupción, agitación, penuria, opresión y la eventual resolución.

Cualquiera que sea el resultado final, nos deja en claro que la dinámica Saturno-Plutón trae grandes impactos a la tierra e implica cambios que dan como resultado el colapso y la renovación.