Una de las delicias más apreciadas por el paladar humano es el café, este grano tostado de donde se origina un sabor inigualable y un olor aún más grato no deja de sorprender a quienes son fieles consumidores.
El proceso del café es un poco tedioso, pero a lo largo del tiempo se ha hecho fácil conseguirlo comercialmente ya molido, en su presentación en sobres, los cuales se compran en cualquier supermercado y solo depende del usuario la manera de prepararlo.
Originalmente se usaban filtros sencillos bastantes rudimentarios, luego llegaron las famosas “Grecas” para uso en cocinas. Pero al paso de la tecnología se crearon cafeteras eléctricas, lo que fue un total cambio en la manera de obtener la deliciosa bebida.
No obstante, en los últimos 20 años han entrado en el mercado las cafeteras de cápsula. Han sido bastante útiles y actualmente se consideran casi esenciales entre los electrodomésticos a tener en casa. Para hacer café en estos dispositivos son necesarias las cápsulas que lo almacenan, se colocan en la cafetera y de aquí sale directo al paladar.
Una cápsula, un café
El café es reconocido como una de las bebidas calientes más consumidas a nivel mundial, que junto con el té se consideran básicas en la dieta diaria de cualquier persona. Así que las cafeteras de cápsulas han revolucionado el arte de tomar café.
Estas cápsulas son bastante fáciles de usar, solo se colocan en la cafetera y se espera el tiempo justo para obtener el líquido caliente. Vienen ya con una medida estándar que rinde para una taza de café.
Hoy en día se pueden adquirir en cualquier establecimiento que dispensen comida, se consiguen en empaques de varias unidades, esto para extender un poco el tiempo de uso, tomando en cuenta el consumo de al menos un café por día.
Ventajas y desventajas de usar cápsulas de café
Muchas de las campañas que apoyan esta particular forma de hacer café se lo deben a lo fácil y rápido de la maniobra. Otras por su parte alegan que por la finura del polvo del café que se encuentra dentro de las cápsulas el sabor es aún más intenso.
Además del rendimiento, se sabe que para una máquina convencional de café es normal usar más de 7 gramos para una sola taza, en cambio para los cafés en cápsulas ya vienen con la medida establecida y en comparación con la otra al rendimiento es mucho mayor.
Por otra parte estas cápsulas hechas de aluminio y plástico, no son biodegradables, es decir, su proceso de descomposición en el medio ambiente tarda muchísimo. Así que hay otros quienes están en total desacuerdo con el uso de estas cápsulas por su impacto ambiental.
Adicional a esto, la relación entre el aluminio y la salud no ha sido muy positiva en los últimos años, dando como resultado enfermedades por el gran consumo de aluminio camuflajeado en elementos como ollas, sartenes, y ahora las cápsulas de café.
Cápsulas biodegradables para cuidar el medio ambiente
Aunque en países de alto consumo de estos cafés en cápsulas han establecido medidas como el reciclaje de estos elementos, no han tenido el apoyo suficiente de todos sus consumidores, en relación con la compra y centro de acopios, ya que la recolección es baja.
Es por esto que empresas líderes en la producción de cápsulas de café como Oceana, buscaron mejorar y sobrellevar este posible conflicto con el ambiente. Creando las cápsulas nespresso reutilizables hechas de acero inoxidable que permite su uso hasta unas 100 veces.
Cada vez más empresas asumieron la responsabilidad de reducir el impacto ambiental, es por esto que crearon cápsulas biodegradables hechas de fibras vegetales. Otras por su parte optaron por un tipo de plástico que se degrada en mucho menos tiempo del normal.
Así es como poco a poco se adaptaron las necesidades para no eliminar completamente el uso de las cápsulas que tan beneficiosas han sido para la sociedad. Ahora está el compromiso de cada empresa y consumidor adquirir lo que mejor funcione para el ambiente.
Quizás los precios son un poco más altos que el de las cápsulas normales de aluminio, pero a largo plazo el beneficio para la salud y el ambiente valen la pena. Además de que la calidad del café no cambia por el material de la cápsula.